- Nos adherimos al Manifiesto de la I Reunión de Medicina Culinaria, de la Universidad de Almería (UAL) Real Academia de Medicina y Cirugía de Andalucía Oriental, Ceuta y Melilla (RAMAO) y el Departamento de Medicina Preventiva de la Universidad de Navarra
- Se trata de un documento pionero que avala una rama emergente de la Medicina, que se sustenta en la Dieta Mediterránea, Gastronomía y Nutrición
- Contribuimos así a posicionar la provincia como referente nacional en Alimentación Saludable, Gastronomía Mediterránea y Sostenibilidad
Almería, 10 de noviembre de 2025. – El presente manifiesto es promovido por el Vicerrectorado de Sostenibilidad, Deporte y Salud de la Universidad de Almería, el Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, Aula de la Dieta Mediterránea y Vida Saludable de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Andalucía Oriental, Ceuta y Melilla (RAMAO) y el Seminario permanente de la Dieta Mediterránea de la Universidad de Almería (UAL) entidades comprometidas con la formación integral, la sostenibilidad, la investigación y la acción ciudadana.
La Medicina Culinaria es una disciplina emergente que integra la medicina basada en la evidencia con la práctica culinaria. Su objetivo es prevenir y tratar enfermedades a través de la alimentación y el fomento de estilos de vida sanos.
Se encuadra dentro de la medicina tradicional y se orienta a reforzar los esfuerzos preventivos y asistenciales frente a las enfermedades crónicas con mayor carga de morbilidad y mortalidad a nivel global. Aporta el «cómo» operativo para mejorar la adhesión a patrones, de alimentación saludables, como la dieta mediterránea y aumentar la efectividad de las recomendaciones clínicas.
La Medicina Culinaria se sitúa en la intersección de la medicina clínica y la gastronomía. Se desarrolla de forma eminentemente interdisciplinar junto con dietética-nutrición, ciencia y tecnología de los alimentos, enfermería, psicología, farmacia, salud pública, y otros ámbitos afines, articulándose en equipos asistenciales, docentes y de investigación.
El cocinero es el profesional especializado en transformar materias primas en preparaciones seguras, apetecibles y nutricionalmente adecuadas, mediante la selección informada de ingredientes y el dominio de técnicas culinarias. En el contexto de la medicina culinaria, el cocinero se integra en equipos interprofesionales para mejorar la adhesión dietética, la
alfabetización culinaria y los resultados en salud, actuando como experto operativo del “cómo” llevar la evidencia al plato.
La Medicina Culinaria integra herramientas de educación nutricional práctica (como talleres de cocina médica) dirigidas a pacientes, profesionales de la salud y a la comunidad. Se alinea con los principios de psicología y coaching nutricional para promover conductas saludables. En los profesionales sanitarios esto contribuirá a aumentar la confianza y la competencia para el consejo dietético y de estilo de vida y mejoran la comunicación interprofesional. En los pacientes, y en la población general, ayudará a fomentar estilos de vida saludables.
La cocina puede y debe convertirse en espacio educativo de estilos de vida, donde profesionales de la medicina y de la gastronomía trabajen conjuntamente.
Las técnicas culinarias condicionan la textura, digestibilidad, y calidad sensorial de los alimentos. El tipo de procesado y de ingredientes permiten preservar o favorecer los compuestos con efectos beneficiosos. También hay técnicas que, al contrario, contribuyen al aumento de compuestos tóxicos como acrilamidas, hidrocarburos policíclicos o aminas heterocíclicas. La Medicina Culinaria permite investigar el efecto de las distintas técnicas sobre la calidad nutricional de los alimentos y sobre la salud humana. También tiene un papel esencial en la promoción de técnicas culinarias saludables.
El médico, junto con el equipo interdisciplinar y el cocinero, puede actuar como prescriptor de estilos de vida sanos, incluyendo prácticas culinario-nutricionales que fomenten una dieta saludable, concreta y viable en la vida diaria.
Innovación culinaria orientada a las necesidades de los pacientes
Existen patologías y condiciones de salud en los que la gastronomía se convierte en una herramienta esencial para prevenir la desnutrición y mejorar una alimentación saludable y que aporte bienestar el paciente. La textura, el olor o el sabor de los alimentos deben adaptarse a las necesidades clínicas (p. ej., disfagia, hiposmia/anosmia), garantizando seguridad y placer. La Medicina Culinaria impulsa la aplicación y desarrollo de técnicas, y protocolos culinarios, dirigidos a estas situaciones, y promueve la incorporación de alimentos diana mediante recetas e ideas que aumentan familiaridad, gusto y confianza en su consumo.
La Medicina Culinaria se apoya en la gastronomía para profundizar en los determinantes sociales y culturales de la alimentación y propone una visión holística donde las decisiones culinarias integren valores culturales, económicos y sociales. Sobre esta base, se diseñan platos saludables y sostenibles y se promueve su elección informada en la población, atendiendo a barreras prácticas (tiempo, habilidades, motivación) que pueden resolverse con recetas, ideas de uso y técnicas simplificadas.
La Medicina Culinaria contribuye a mejorar la adhesión de patrones de alimentación saludables, en especial la Dieta Mediterránea, subrayando aspectos que van más allá del consumo de determinados alimentos: técnicas de cocina tradicionales, la comensalidad, la sostenibilidad y
la transmisión intergeneracional de saberes. El enfoque culinario permite operacionalizar estos principios en prácticas concretas y reforzar su impacto en salud y bienestar.
Los objetivos a desarrollar en el marco de la medicina culinaria son los siguientes:
1. Institucionalizar cocinas docentes en el ámbito de la atención primaria, hospitales, escuelas y comunidad, con métricas de proceso y resultado (cambios de conducta, autoeficacia, colaboración interprofesional).
2. Formación continua interprofesional con cocineros como co-docentes y co-investigadores, evaluando resultados en competencias, colaboración y prácticas clínicas de consejo.
3. Guías de cocción segura y sabrosa por grupos de alimento y técnicas de cocción que minimicen compuestos tóxicos y fomenten platos saludables.
4. Recetarios adaptados a patología o condiciones médicas, con protocolos reproducibles de textura, sonorización y presentación.
5. Impulso a la investigación trasnacional sobre el impacto de técnicas culinarias en la salud humana y en las necesidades nutricionales de los pacientes, incluyendo evaluación de adherencia y aceptabilidad.
6. Alianzas con organizaciones profesionales de medicina, gastronomía y con asociaciones de pacientes para difundir la medicina y escalar buenas prácticas.
La medicina culinaria constituye una estrategia de salud pública aplicada que, desde un enfoque interdisciplinar y culturalmente sensible, traduce la evidencia en prácticas culinarias concretas, seguras y placenteras. Su integración estructural en el sistema sanitario, educativo y comunitario – con el cocinero como miembro operativo del equipo junto a clínicos y dietistas – es imprescindible para mejorar la adherencia, la calidad de la dieta y los resultados en salud, a la vez que preserva los valores culturales y ambientales ejemplificados por la Dieta Mediterránea.
Es posible, por consiguiente, concluir indicando que cocinar es Medicina Preventiva. Cocinar es un acto de Salud Pública, no solo es una actividad doméstica o cultural. Prepara alimentos frescos, equilibrados y conscientes, que activa mecanismos biológicos, emocionales y sociales que previenen enfermedades y fortalecen la Salud Integral.

